Ayer, Pablo y yo asistimos a nuestra primera concentración steampunk y victoriana gracias a La casa del libro, que para Halloween había organizado susodicho evento con su té y su concurso de disfraces. Así que aquí vengo yo para hacer una crónica de:
LA AVENTURA VICTORIANA DE MARÍA Y SU GENTLEMAN INGLÉS
Para empezar, tuvimos clase por la mañana, nada menos que hasta las 14:30, por lo que una servidora tuvo que ir de aquí para allá con el bolso y el vestido magistralmente doblado. Ni cortos ni perezosos, a la salida de la universidad fuimos a ponernos las botas a uno de los cafés con más encanto que hemos podido encontrar en Zaragoza: Con H de harina; donde nos comimos una hamburguesa bien maja y unas patatas al horno con queso gratinado. Satisfechos y tan rebosantes que luego me apretaba en refajo a más no poder.
La preparación fue un tanto improvisada y rápida: En plena digestión nos lanzamos a ponernos capas y capas, a cardarme el moño y a empolvarme la nariz. Aunque el resultado de ir volados de tiempo tuvo su recompensa al estar en perfecto estado de revista, Pablo con su levita y yo con mi polisón.
Bajar hasta La casa del libro, supuso una breve caminata con cientos de miradas infantiles tras nosotros (Tan monos preguntando a sus madres de qué íbamos disfrazados) y allí llegamos.
Cabe decir que al principio la cosa no estaba muy animadilla mientras comíamos galletas y bebíamos té en vasos de princesas junto con Neko. Con el desarrollo de la tarde, las fotos y la gente fue aumentando mientras lucíamos tipín entre las mesas cargadas de literatura, y la correspondiente especializada en novelas steampunk.
Participamos en el concurso de disfraces además de adivinar acertijos pertenecientes al libro de enigmas de Sherlock Holmes, y nos llevamos un calderito de chuches. La verdad es que resultó bastante entretenido vernos a todos (Dependientas incluidas) acordes a la ambientación.
El aspecto más mejor de todos: ¡La gente! Nunca podría imaginar que hay tanta gente en Zaragoza tanto interesada como metida en el mundillo, y cómo se iban a presentar alguno con maravillosas creaciones hechas a mano, una pasada. Estuvo genial eso de socializar y volvernos a casa con unas cuantas tarjeticas, direcciones de blog, Facebook y algún que otro amigo.
Gracias a La casa del libro y a sus dependientas majosas por organizar este tipo de eventos y ponernos en movimiento, siendo que además, en Zaragoza, hay mucha más gente fuera de lo normal de la que nos pensamos.
donde has conseguido ese precioso vestido rosa?
ResponderEliminarestamos buscando algo parecido para teatro aficionado
Mi correo es rmelero@uloyola.es
ResponderEliminar